3 de setembro de 2007

Série de documentários argentinos explora o tema das Fronteiras culturais e midiáticas


Fronteras argentinas: Donde se cruzan el cine y la TV

Las fronteras son lugares de paso, espacios donde conviven diferentes culturas, identidades y Estados. También son lugares de intercambio. Con ese espíritu, un grupo de realizadores de cine fueron convocados para dirigir una serie de documentales para la televisión con las fronteras como tema central.

Producido juntamente con la Secretaría de Cultura de la Nación, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y el canal Encuentro, la serie Fronteras argentinas , que será emitida a partir de mañana por esa señal, indaga en lo que sucede en esos límites externos e internos de nuestro país, desde la mirada de un director de cine.

"Elegimos el tema porque coincide con una mirada más amplia acerca de la cultura, que no tiene que ver simplemente con la promoción de las bellas artes, sino también con otras cuestiones como la construcción de ciudadanía; la defensa de los derechos, en general y, entre ellos, los culturales; la identidad; la diversidad; una serie de temas que hacen a una mirada más amplia y compleja de la cultura -explica Diego Marquis, productor general del ciclo-. Nos parece que las fronteras son lugares donde justamente todo eso entra en juego y donde es posible encontrar cruces atractivos que se puedan convertir en programas de televisión."

Los cineastas elegidos para el proyecto son Eduardo Yedlin, Cristián Pauls, Verónica Chen, Gustavo Tieffenberg, Albertina Carri, Diego Lerman, Sergio Wolf, Andrés Di Tella, Roberto Barandalla, Jorge Gaggero, Enrique Bellande, Ignacio Masllorens, Albertina Carri, Pablo Trapero, Gianfranco Quattrini y Sebastián Antico. Cada uno recibió como propuesta una frontera para filmar y fueron asesorados por el antropólogo y especialista en el tema Alejandro Grimson.

"Buscamos directores que hubiesen realizado trabajos cinematográficos atractivos, aunque no necesariamente fueran documentales -sigue Marquis-. Por otro lado, queríamos que se entusiasmaran con el ciclo, porque la verdad es que no es un proyecto que reporte un beneficio económico importante. Al contrario: los presupuestos son muy acotados. El aproximado de cada documental es de 40 mil pesos, y cada director está cobrando unos 2500 pesos de honorarios, que es muy poco en relación con lo que se gana haciendo otras películas o trabajando en publicidad."

Fronteras internas

Marquis comenta que, al principio, los directores tuvieron bastante libertad para elegir en qué frontera querían hacer su documental, pero después tuvieron que acotar la geografía para asegurarse de que no se repitieran los lugares elegidos. Otra cuestión de gran importancia para los productores era que no se tratara sólo de fronteras externas sino también internas.

"Las fronteras externas, que son las más claras, son fronteras explícitas, donde de allá para acá es una cosa y de acá para allá es otra. Eso constituye en estados a las naciones. Pero luego hay un montón de otras fronteras, que llamamos internas, que tienen que ver con otro tipo de diferenciaciones. Por ejemplo, la de Trapero es una frontera interna que es una cárcel; o la de Carri, que es el cruce entre la ciudad y el conurbano. En el documental de Wolf, que es en la frontera entre la Argentina y Brasil, él hace un recorrido a través del río, y hay lugares donde no hay frontera, si bien de un lado es Brasil y del otro es la Argentina. Hay otras que son muy externas, como en el documental de Verónica Chen, que es en el Canal de Beagle", explica Marquis.

Otras fronteras de las que se ocupan los documentales del ciclo son el aeropuerto de Ezeiza (Tieffenberg); las comunidades guaraníes en Salta (Lerman); la zanja de Alsina (Di Tella); el Paso de Jama (Pauls); Gualeguaychú-Fray Bentos (Barandalla-Gaggero); Trevelin (Masllorens), y la frontera con Paraguay (Quattrini-Antico).

La línea imaginaria

"Si yo no estuviese, la frontera no existiría", dice un oficial de Prefectura Naval y tripulante de El Mantilla, en el documental Altamar , de Eduardo Yedlin. La formación tiene cierta verdad, ya que la frontera que retrata Yedlin es, tal vez, la menos visible de todas: las 200 millas marítimas. Esta medida (son aproximadamente 350 kilómetros), tomada desde la costa, indica el límite donde el mar deja de ser de uso comercial exclusivo de un país.

Altamar , que se emitirá mañana, a las 21, y será el primero del ciclo, presenta la vida a bordo de El Mantilla, entre imágenes del océano y el ruido de las olas. Esta embarcación es propiedad de la Prefectura Naval Argentina y sus tripulantes son oficiales encargados de controlar que ningún barco extranjero pesque en aguas argentinas.

Durante el viaje desde Comodoro Rivadavia hasta Buenos Aires, el documental muestra cómo estos hombres, que viven en altamar durante un mes completo, comen, miran películas, se encuentran con un sospechoso barco pesquero chino, cuentan sus experiencias y muestran un particular orgullo por el trabajo que les toca realizar.

Internas o externas; visibles o una convención dibujada en un mapa, las fronteras marcan el fin de algo y el comienzo de otra cosa distinta. Estos documentales llevarán a cada hogar imágenes de las fronteras y, al mismo tiempo, cruzarán el límite que divide al cine de la televisión.

Por María Fernanda Mugica, LA NACION

Los 13 documentales

Altamar, de E. Yedlin.
Servicios prestados, de Diego Lerman.
Por la razón y por la fuerza, de Verónica Chen.
Las orillas, de Sergio Wolf.
Ojos de cielo, de C. Pauls.
Pablo Dacal y el misterio del lago Rosario, de Ignacio Masllorens.
Tracción a sangre, de Albertina Carri.
La zanja de Alsina, de Andrés Di Tella.
Ezeiza, de G. Tieffenberg.
Intersecciones, de Pablo Trapero.
Fragmentos de una frontera, de R. Barandalla y J. Gaggero.
Misión La Paz, de G. Quattrini y S. Antico.
Fronteras internas, de E. Bellande.

A foto acima é do filme Histórias Mínimas, de Carlos Sorín, outro filme argentino que explora o tema das fronteiras e do movimento.

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